jueves, 6 de marzo de 2008

Un día en la piscina

A las buenas,

Como hoy hemos estudiado mucho y sólo ha aparecido un chino por aquí para arreglar algunas cosillas, y encima traía sus propias bolsitas de plástico (como las de los hospitales) para no manchar el suelo (por lo que no ha habido olor a pies) pues no tenemos tanto que contar, suponemos que esto es lo normal y que tarde o temprano, queridos chupainómanos, no podremos escribir a diario. Pero ese día aun no ha llegado...

Porque, como lo prometido es deuda, tengo que contaros la experiencia gimnasio-piscina. En la ciudad hay muchos pequeños(muy pequeño y un poco cutre, hoy me he quedado con un pedal de la bicicleta colgando de un pie) gimnasios y piscinas porque parece ser que en la cultura china está muy arraigado el hacer deporte a diario. De hecho, cuando buscas piso suelen decirte que la urbanización tiene piscina y más bien significa que en esa manzana hay alguno al que te puedes apuntar, como éste que, por suerte, está justo debajo de casa. Por lo demás uno va y nada, eso sí, la piscina no cubre más de 1,20m en ningún punto y aun así tiene un socorrista de unos sesenta años sentadito, generalmente dormitando, en una de esas sillas altas de "los vigilantes de la playa". A la hora a la que yo voy no hay mucha gente, pero los pocos nadadores presentes dejan claro que la costumbre de escupir ruidosamente vale también para la piscina que, como sabéis, facilita mucho estos procesos (y encima con todo ese eco...) A mi lo que más me impactó fue que, tras diez minutos en la sauna, salí y había mucha más gente en el vestuario de la que había visto en la piscina, ya cambiándose para salir a la calle y pregunté a Marie si aquella gente solo nadaba cinco minutos, pero no, es gente que no tiene ducha en casa y paga la entrada de la piscina únicamente para darse una ducha en el vestuario..

Bueno, eso y el momento vestuario claro: te miran, no es que de reojo te echen una miradilla en plan "a ver como son los occidentales..." no, es que se paran a tu lado y allí se quedan observando (hombre, no todas, pero más de una y más de dos) que gracias a Dios tienen los ojos cerradillos. El caso es que por comparación somos gordos, arrugados y peludos (da igual si vas depilado) Y no tienen mucho problema en hacértelo saber, por ejemplo, si en una tienda intentas probarte algo y ellos opinan que estás muy gordo para entrar en esa prenda no dudan explicártelo con los gestos oportunos. Y así con todo, de hecho el otro día en la feria de óptica hablando con un proveedor y probando monturas nos preguntó si no habría que hacer tallas especiales de nariz para la gente de nuestro país (¡!) Claro, nos vio a Oscar y a mi...

Hoy hemos batido nuestro propio record de comer barato, y la verdad es que con mejor calidad que otros días, los dos por menos de 2€. Hoy nos hemos aventurado en un sitio bastante chino que nos recomendó uno de los franceses. La verdad es que el sitio era como para no entrar, pero como íbamos recomendados... Suponemos que a los que vengáis os llevaremos porque está muy cerca de casa y se come bien y muy Chino. Yo creo que esto es lo más difícil de comer con palillos que nos hemos encontrado. Unos tallarines gigantes y muy elásticos con sus trocitos de carne, frutos secos y verdurillas. Por cierto, hablando de comida mañana os contaremos que tal con unas frutas raras que hemos comprado hoy.

Creemos que Chupao estaba saliendo del restaurante cuando entrábamos pero era tarde para las horas de comer chinas y no nos podíamos entretener.

Venga pasadlo bien, un abrazote,

Oscar y Mónica.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y escupen en la piscina???
uggg

Anónimo dijo...

No entendí muy bien lo de escupir en la pisicina. Por favor explicarnóslo.
Yo a cambio os puedo contar lo de "la niña de Rajoy" es casi igual de divertido.

Os queremos

Anónimo dijo...

Es que Rajoy es pederasta....y habla de su niña....
jaja