sábado, 25 de abril de 2009

Beijing 2.0

A las buenas,

Ya estamos de vuelta en Shanghai después de unos días de trabajo en Beijing...y os anunciamos que casi seguro la próxima vez que os escribamos será ¡¡desde Filipinas!! La semana que viene aquí hay fiesta y además nuestra visa nos obliga a salir del país y hemos decidido aprovechar la coyuntura e irnos a la playa, que sí, que cómo vivimos, que qué morro...no seáis envidiosillos...

Estos días en Beijing nos han dado para poco turismo, excepto hoy que hemos podido salir de paseo bajo el sol (y un viento huracanado, para que mentirnos) y ver algunas de las muchas cosas que nos quedan por ver en la capital. En realidad, probablemente no acabemos de ver lo principal ni en los próximos diez viajes. Hoy nos hemos decidido por el Beihai, un lago que hay frente a la ciudad prohibida, rodeado de templos y cuya principal atracción es la gran pagoda blanca que hay en el centro. Como siempre en estos casos hay que subir muchas escaleras (detrás de chinas con tacones) para llegar hasta arriba y pararse muchas veces para que los turistas de interior se hagan fotos en los lugares y posiciones más ridículas. Pero la verdad es que merece la pena, es un paseo agradable y tiene unas vistas de la ciudad prohibida increíbles. Aun así, casi nos quedamos más con la siguiente parte del paseo, al salir de ese recinto (es recinto porque como en muchos parques chinos hay que pagar) cruzando la calle hay otro pequeño lago, mucho más tranquilo y rodeado de restaurantes y hutongs (barrios de casas chinas antiguas) que acaba convirtiéndose en canales que siguen por entre las casitas...Un sitio tan bonito y relajado que da pena no tener algo así en Shanghai.

Pero nuestro mejor descubrimiento de estos días es el restaurante donde cenamos anoche. Como para variar se nos hizo tarde para cenar a lo chino, no pudimos ir al sitio del pato que quedaba bastante lejos y tuvimos que ir por la zona. Allí encontramos un restaurante en un jardín chino de más de trescientos años, donde todo el mundo va vestido con ropa antigua y te meten en una salita con tu propia camarera que te atiende en todo. Esto último es un poco incómodo porque no sabes si tienes que decirla que se puede retirar o que se siente allí contigo...total, que te sientes como forzado a comer deprisa y un poco maleducado cuando hablas en tu idioma. A nosotros nos vino bien para practicar y acabamos hablando de un torero que cenó allí una vez (no llegamos a saber cual) de que estaba con no sé qué cantante china que le gustan mucho los toros...En fin, que ahí os vamos a mandar a todos a partir de ahora, porque aunque la carta está sólo en chino tienen incluso una camarera que habla español y aunque ni las fotos, ni la explicación le hacen justicia, cenando allí te sientes parte de la dinastía Ming...



Bueno señores, nos vamos a Filipinas a buscar a Chupao, que aunque ahora lo distinguimos claramente, cuando le conocimos no y a lo mejor era filipino y nos hicimos un lío...

Un fuerte abrazo,

Oscar y Mónica

viernes, 17 de abril de 2009

Hangzhou, janchou, janzú, anzou... la venecia de China

A las buenas,

¿Qué tal la vuelta al cole? Esperamos que haya sido más bien tipo "volver a estrenar zapatos y libros, volver a encontrar los viejos amigos..." y no de mal humor y sin ganas. Nos cuentan que hace malo, que seguro que no ayuda, pero no os preocupéis que enseguida os mandamos la primavera de vuelta.

La verdad es que con tanto ajetreo se nos ha olvidado contaros un poco más de nuestra visita a Hangzhou, que cómo no, tuvo sus accidentes. La verdad es que como ahora nos manejamos bastante bien, a veces se nos olvida que seguimos siendo guiris, así que cuando me fui a comprar los billetes, resulto que no quedaban en el tren que quería y no había apuntado más. Le dije que me diera en otro y la tipa "mei you mei you mei you mei you..." ("no hay" pero también la frase que utilizan cuando se atascan y deciden no comunicarse contigo) así hasta que le dije que entonces era imposible volver de allí y me acabó dando un billete para un tren por la mañana. Esto al principio me pareció una puñeta, pero acabó siendo estupendo, porque de verdad, que viaje más duro... Según llegamos a la estación había una cola de más de una hora para coger un taxi y claro, no nos quedo otra, después en el hotel habían decidido darle nuestras habitaciones reservadas a otros y tuvimos que discutir una hora para que nos dieran unas habitaciones en las que no había hueco para poner los pies fuera de la cama... Menos mal que desde allí nos fuímos a cenar al lago y sólo por eso, por pasear por el lago vacio por la noche y verlo bajo la luna, merece la pena todo lo demás..

Lo que pasa es que, cuando a la mañana siguiente volvimos dispuestos a explorarlo de día, ya habían llegado cientos de autobuses de chinos (es uno de los destinos más turísticos) con sus tours organizados, con camisetas, gorra y megáfonos y se acabó la paz...Aunque hicimos lo posible por verlo todo y también el centro histórico de Hangzhou, entre las largas filas de chinos, que era imposible andar rápido y que a las cuatro de la tarde (ojo al gran sistema) todos los taxis de Hanghzhou paran a la vez para hacer cambio de turno y te quedas tirado allí donde estés...pues claro, fue imposible, se nos quedaron algunos templos pendientes para cuando recuperemos las ganas de volver. Por la noche seguimos explorando y nos volvió a parecer un lugar encantador, hasta que nos tocó enfrentarnos con un taxista timador (allí no ven muchos "lawais" y se creen que todo el monte es orégano) que no sabía que le iba a tocar enfrentarse con nuestra ira acumulada de todo el fin de semana (o quizá de todo el año..) Así que ya veis, el sitio precioso, ¿volver? quizá algún día entre semana cuando no estén todos los chinos de la costa este de visita. Al final, los billetes de por la mañana fueron una bendición y todos dimos gracias de volver a Shanghai que es la jungla, pero también es casa.

Lo increíble es no haber visto a Chupao entre todos esos millones de chinos o quien sabe, quizá nuestras barcas se cruzaron en mitad del lago y entre tanta gente no nos vimos..

Un fuerte abrazo y feliz fin de semana,

Oscar y Mónica

domingo, 12 de abril de 2009

¡Foto!: Los tours al estilo Chino

A las buenas,

este fin de semana, con la temporada de visitas oficialmente abierta con la visita de Rodolfo y familia, hemos empezado de nuevo nuestro de recorrido por los rincones de China.

Antes de hablaros de lugares que provoquen la envidia de más de uno, os queremos enseñar algo que os hemos comentado muchas veces, pero que no siempre os hemos podido enseñar: "Los tours de Chinos".


Para todo el que ha venido a vernos (¡Muchas gracias!) ya son algo familiar, que aunque recordarán en sus visitas a China, no serán de los mejores recuerdos. La idea básica del turismo en tour organizado para los Chinos podríamos decir que se parece más a nuestro concepto de pastoreo que al de turimo en si. Además de la bandera que deben ir siguiendo, todos cada grupo debe tener su elemento distintivo: Una gorra, un peto, mochila... o todo. Como además son muy obedientes, al menos para este tipo de cosas, todos se lo ponen y desfilan alegremente con ellos.

A pesar de que nos hemos cruzado con cienes y cienes de Chinos por Hangzhou, seguimos sin rastro de Chupao, lo mismo nos toca volver... ¿Habeis visto algo en vuestros viajecillos de Semana santa?

Unos besillos para todos, Oscar y Mónica

jueves, 9 de abril de 2009

Shanghai desde el río

A las buenas,

Hoy, como sabemos que estáis ya todos de vacaciones, playa, pueblo y montaña, no nos vamos a entretener mucho y sólo os dejamos algunas fotos de estos últimos días para que no os olvidéis de nosotros. e

Lo mejor de las visitas, además de que traen jamón y otros bienes básicos :) ...bueno, y cómo no compañía y afecto, es que por fin haces esas cosas que los turistas en una ciudad hacen y que tú por vivir en ella vas dejando para más adelante. Así, por fin el fin de semana pasado nos montamos en un barco de los que recorren el Huangpu y observamos la ciudad desde ese punto de vista. La verdad es que la experiencia es graciosa porque te hacen esperar en el embarcadero en el Bund, para que cuando crees que por fin va a venir tu barco a recogerte venga una china con un banderín que te hace seguirla hasta un autocar que te lleva a las afueras de la ciudad y ahí ya sí, coges el barco. Y la verdad es que bien pensado, siempre habíamos visto los embarcaderos y nunca a nadie subir o bajar de un barco allí.



Así, aunque no hemos tenido vacaciones del todo, el fin de semana nos vamos a Hangzhou, un sitio precioso que está al lado de Shanghai y al que ya empezaba a ser vergonzoso no haber ido, a la vuelta tendremos más que contar. Ya veis, por fin ha llegado la primavera, la temporada de visitas y la de viajes, todo en uno. Por cierto, aunque desde el río no avistamos a Chupao,pero sí que encontramos a éste otro que por los mofletes bien podría ser de la familia. Vosotros seguir buscando y a la vuelta hablamos.

Un fuerte abrazo,

Oscar y Mónica

sábado, 4 de abril de 2009

Todos los chinos no van al cielo

A las buenas,

¿Qué tal habéis pasado la semana? Por aquí, entre viajes, visitas y demás asuntos la verdad es que tenemos el blog un poco desatendido...aunque claro, con lo poquito que nos escribís últimamente, pues claro, no dan tantas ganas (ya se sabe, el que no llora no mama y así nos hacéis más caso :P )

Hoy hemos aprendido algunas cosas bastante interesantes, como siempre, en el sitio de los masajes de pies. Estos días es fiesta aquí en China, durante tres días. Esto es un decir, porque caen en sábado, domingo y lunes, pero para los que trabajan siete días en semana es una gran diferencia. La fiesta en cuestión es una especie de Día de Todos los Santos en los que los chinos visitan las tumbas de sus antepasados, honran a sus ancestros y aprovechan para estar con la familia y comer cosas especiales. Por veinticinco gallifantes, ¿porque es ahora el día de los muertos en China? ¿en concreto el 4 del 4? Seguro que alguien por ahí se acuerda de que el 4 es el número de la mala suerte porque suena igual que muerte, así que el 4 del 4 es por narices el día de los muertos.

Como en cada celebración, los chinos tienen una comida especial para la ocasión y algunas tradiciones que a nosotros nos dejan con los ojos como platos. Así que desde hacía unos días no parábamos de ver tacos de billetes enormes en cualquier tiendecilla de barrio, encima de las mesas, en los mercados...cantidades de dinero imposibles de manejar para un chino medio y además con el aspecto de ser falsos o al menos de Monopoly. Hoy las aceras de alrededor de nuestra casa han amanecido llenas de restos de haber quemado algo en la puerta de casi todas las casas, pequeños cercos negros con pegotes de papel chamuscado. Hoy hablando con las chicas de los masajes nos han preguntado si en nuestro país también se quemaba papel en el día de Todos los Santos y ahí lo hemos entendido todo. El dinero no era falso si no un dinero especial que se vende en estas fechas que es "dinero de los muertos" y que se quema para que le llegue a los muertos "ahí debajo" (esto lo han dejado muy claro, están todos abajo, ninguno en el cielo) cosa que tampoco tiene mucho sentido porque si va por el humo sube y si ellos están debajo...el caso es que les sirve para comprarse su pisito de ultratumba, ir a comer con los amigos del más allá...y en general tener una "otra vida" mucho más agradable. A ver si mañana conseguimos probar el equivalente a sus huesos de santo y os decimos quien gana.

Ánimo, que las vacaciones están a un paso, no dejéis de buscar a Chupao allá donde vayáis, que a él también le gustan los destinos turísticos.

Un fuerte abrazo,

Oscar y Mónica