martes, 20 de enero de 2009

La otra cara de la tortilla..

A las buenas,

¿Qué tal el fin de semana? Por aquí estamos totalmente a tope mientras el año del buey se acerca y con ello que todo el país se quede parado ,mientras no sé cuantos cientos de millones de personas viajan de acá para allá.

El título de este blog se basa en que, como debe ser según la cultura china, la vida te devuelve lo que das y como la semana pasada invitamos a comer comida española a nuestros amigos, pues el domingo fuimos invitados a comer a casa de Nan, porque su madre ha vuelto de Australia y quería conocer a algunos alumnos y cocinar para nosotros. Así que allá que fuimos a probar nuestra primera comida de madre china. Y la verdad es que probamos unas cuantas delicias y además pasamos un rato estupendo y sobrevivimos a una comida entera (o casi) en chino.

Os cuento el menú: pollo con verduras y tofu, carne de cerdo con calabaza, sopa de costillas y setas, albondigas de carne y arroz, brócoli con soja, un postre hecho con flores y licor de arroz y...huevos milenarios. Sí, por fin hemos probado los famosos huevos de Shanghai y...bueno, el sabor no está mal pero por algo del proceso de putrefacción al que son sometidos, la clara es marrón y de textura gelatinosa y la yema verde azulada y básicamente, se te pega a los dientes como los caramelos de tofe y nata y es un poco angustioso de comer. Claro, te metes la mitad de un huevo de pato en la boca y encima no se deja tragar, pues llega un momento en que ves pasar tu vida en diapositivas. El caso es que, bonito no es, no sé yo donde está el famoso equilibrio chino de que las cosas de comer tienen que ser agradables para todos los sentidos. Lo demás de verdad que muy rico y como veis "muy kequi" porque eramos cinco y había comida al menos para doce.

La conversación, cómo no, giró alrededor de las diferencias culturales, especialmente en cómo las madres intentan apañar los matrimonios entre sus hijos y también, como todas ellas eran profesoras para guiris en que a veces se les pega el acento de sus estudiantes y acaban hablando mal mandarín. Para mí, esto es una prueba inequívoca de lo horrible que es el chino como idioma, porque vamos a ver ¿si cualquiera de vosotros le diera clases a un inglés de español iríais por la vida hablando como Michael Robinson...? Digo yo que no, que eso sólo les pasa a ellos...Tras un rato acabamos en el sofá viendo la versión china de Betty la Fea (en la que hay más feas de la cuenta, por no hablar de "los galanes" :P)

Seguro que pasaron más cosas interesantes, pero esta semana la búsqueda de Chupao ha exigido todos nuestros esfuerzos y no estamos especialmente espabilados.

Un fuerte abrazo,

Oscar y Mónica

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Busqueda, llevadera en ocasiones, ingrata en otras y eterna siempre. En invierno la Busqueda es siempre más ingrata, como su ingratos aliados el clima y el horario....Ahora sé lo que significaba aquella frase de mi infancia: "¡Y un huevo de pato!". Besucos con frío y viento.