jueves, 27 de mayo de 2010

Las bicicletas ERAN para el verano

A las buenas,

Ya lo sabíamos hace mucho tiempo, tarde o temprano tenía que pasar... han sido dos años, pero finalmente nos han robado las bicis.

Esto de los robos de bicis en Shanghai es el pan nuestro de cada día, tenemos amigos a los que les han robado seis u ocho bicis y ahí siguen comprando cada vez bicicletas más baratas y cutres con la esperanza de que pasen desapercibidas. Las nuestras la verdad con el óxido de dos años y alguna que otra abolladura no debían ser objeto de deseo y aun así nos las han robado en dos semanas consecutivas, a Oscar una noche de lluvia en la puerta de la oficina. A mi, también en la puerta de la oficina, al salir del trabajo ya no estaba, se te queda una cara de imbécil increíble y te da por pensar que seguro que el ladrón está en los alrededores viéndote, muerto de risa. Y para qué mentir, dan un poco de ganas de cantar "mi carro me lo robaaaron.."

Como ya os hemos contado alguna vez aquí existe un cierto racismo hacia la gente de Xingjiang (musulmanes que viven al oeste, donde los disturbios del verano pasado) de los cuales se dicen cosas como que "roban hasta los niños" y que "ningún chino de raza Han puede ir a Xingjiang porque los esperan con jeringuillas infectadas con sida" (esta a mi personalmente me encanta porque si les preguntas te juran que esto pasa todo el rato) O por ejemplo nuestra Juanita, siempre que perdemos aunque sea un botón de una camisa, opina que algún xingjianés nos lo ha robado. En fin, pues en la puerta de nuestra oficina... hay un restaurante de Xingjiang. Motivo por el cual según llegamos y contamos que nos habían robado la bici, para los chinos no cupo duda: "han sido los del restaurante". A nosotros nos extraña, todos los días nos saludan con un "How are youuuuu brother??" y son como esa gente de tu barrio, que te hace sentir en casa (ahora que lo pienso, decir esto siendo de Carabanchel, no anula en absoluto las posibilidades de que hayan sido ellos)

La versión menos racista dice que habrá sido la policía, que con motivo de la Expo quita bicis de enmedio para que la ciudad esté bonita y que puedes ir a buscarlas en no sé sabe qué sitio en no se sabe dónde en el que si puedes demostrar que es tu bici, a lo mejor la encuentran y quizá te la devuelvan..

Total, que nos hemos quedado sin bicis y no sabemos si hacernos racistas, pero imaginaros que después de tanto buscar, resulta que Chupao es de Xingjiang y nos hemos enemistado con toda su etnia, mejor nos quedamos con lo de la policía es más creíble...

Un fuerte abrazo,

Oscar y Mónica

1 comentario:

Nacho M. dijo...

Uno, en la candidez que nuestro ideario de izquierdas nos proporcionaba, siempre había pensado que el tema racial sería superado en una sociedad socialista. Me llamó muchísimo la atención como en Cuba algunos blancos mantenían una enconada animadversión hacia los “prietos” (que es como llaman allí a la gente de raza negra). En el tiempo que yo estuve formaban parte de las altas instancias del partido o del gobierno “prietos” como Almeida, Blas Roca o Esteban Lazo. Es cierto que se mantenía esa animadversión -y supongo que hoy por hoy se seguirá manteniendo, no hay más que escuchar algunas canciones de Frank Delgado- pero era soterrada, clandestina y si cabe equilibrada.

Recuerdo los incidentes del verano pasado y hay que reconocer que los chinos tienden hacia la truculencia. Si unimos éste post al anterior vemos que culturalmente hay una parte de la población que deja mucho que desear.

El caso es que deberíais dotar una partida presupuestaria a la compra de bicicletas (dos o tres al año) y resignaros a aquello de “donde fueres vieres e hicieres”.

Besucos muchos