martes, 29 de junio de 2010

Enviados especiales en China...

A las buenas,

Aprovechando que tenemos visitas, os dejamos con ellas y que os cuenten un poco cómo ha empezado la aventura..

Hola!!! Cómo va por tierras españolas? Nosotros muy bien. Empezamos el viaje....de forma peculiar. Casi nos quedamos en Barajas. Apuramos hasta el último momento para embarcar. Pufff, nos confundimos de cola para meternos en el avión...asique empezamos ya corriendo.

Bueno, el inicio de nuestra aventura ya os la han contado, pasando por experiencias tan peculiares como levantarnos en un monasterio budista a las 4 de la mañana para rezar con ellos, en fin, algo no muy cotidiano, o nuestro pequeño Pekín Express para llegar a la estación de autobús de un pueblo rumbo a Shanghai, en la que finalmente 2 niños que pensamos que ni habían tomado la comunión nos acercaron a los 8 y a un espontáneo lugareño que nos acompañó para indicarnos el bus .

Siguiente destino: Beijing. El viaje por la noche en tren en first class, mola mucho. ¿Que se puede ver-hacer aquí? Un poco de ruta turística por la Ciudad Prohibida (im-presionante), la plaza de Tiananmen, el hutong, el lamasterio ( con su buda de 8 metros de alto y su ambiente zen) y el templo del cielo. Un viaje organizado a la muralla china, con su visita a la fábrica de jade y de seda, incluida (a ver si los guiris se gastan yuanes), todo en inglés (of course) presuponiendo la guia que controlabamos ingles como los que mas. tenemos un certifcado que acredita que hemos subido la muralla. Que no falte el pato pekinés, exquisito, cantabamos un poco en el restaurante que desprendia glamor y nosotros en plan perriflautico.

De Beijing a Yangshuo, en la zona de las montañas. El hotel, barato y limpio, todo un acierto. Algunos pasaron un poco de miedo en el barco del Li river, pero solo era un poco de lluvia. Gracias a Lisy empezamos la operación bikini con una ruta en bici hasta las water caves: por el mismo precio spa y espeleologia, o sea baño de barro y paseo por la cueva. aqui descubrimos la china rural y casi profunda a la par que demostramos gran valor por adentrarnos en el tráfico chino con las bicis. El tiempo no acompañó para ver los campos de arroz, (lluvia= pequeño resbalón de Cinthia y niebla).

Finalmente, la hora del Teppanyaki llegó y nos tuvimos que marchar sin que pudieran terminar la historia de su viaje... aunque bueno, siempre habría algo especial que se quedaría fuera: La experiencia KTV China, ver un partido de España en China, o incluso comerte unos chaomian en la calle a las 6 de la mañana y que aparezca un aluchero por allí.


Y con esto a nosotros se nos ocurre, ¿Tendrá Chupao su propio blog? ¿Y en que idioma lo escribirá?, ¿Estará censurado en China?

Pasadlo bien y sed felices! Un abrazo,

Oscar y Mónica

miércoles, 16 de junio de 2010

Monjes por un día

A las buenas,

Hoy os escribimos brevemente, con nuestras visitas camino de Pekín y una importante paliza en el cuerpo, después de estos días de trotar con ellos. No lo sabréis, pero aquí había unos días de fiesta y queríamos aprovechar para viajar a la playa, pero se inundó. Como sí sabéis, cuando aquí hay fiesta se movilizan muuuuuuuchos millones de chinos, así que no es tan fácil encontrar billetes ni alojamiento a ningún sitio turístico. Y entonces decidimos saltarnos los circuitos turísticos e irnos a un monasterio a vivir la experiencia..



¡Y qué experiencia! Para empezar no conseguimos billetes de tren a donde queremos ir, pero unos chinos muy resueltos nos mandan en otro autobús, que nos deja tirados en un puesto de autopista donde otro chino muy resuelto nos consigue un taxi para cuatro hasta la estación de autobuses del pueblo y desesperado porque no consigue otro taxi lleva él mismo a los otros cuatro. En la estación de autobuses compramos los billetes de vuelta y conseguimos otros taxis que nos llevan por fin al templo.

El templo es poco más o menos como todos los templos chinos, lo diferente en este caso es que venimos para quedarnos a dormir y no sabemos muy bien cómo funciona. Así que damos varias vueltas hasta que encontramos a unos monjes y les explicamos que queremos pasar allí la noche, no deben llegar muchos "lawais" hasta allí, así que no se parten de risa porque son monjes y practican la contención, pero si pudieran lo harían. Nos llevan a la oficina a registrarnos y nos enseñan estas normas (que dicen, un "lawai" que pasó antes por allí les ayudo a escribir) Como veis lo importante son los horarios: 7 pm a dormir, 4.30 am, rezo de la mañana, 4.30 pm cena...fantástico, acabamos de comer y llegamos a tiempo para la cena, que por supuesto se empeñan en qué comamos porque no se creen de ninguna manera que realmente acabemos de terminar de almorzar. Esperamos bambú y arroz pasado, pero la comida (vegetariana y sencilla) está deliciosa.

Nos instalamos (Una señorita Rotermeyer China, la "Chinameyer" a partir de ese momento, nos ayuda a ello y nos deja con miedito para el resto del día), paseamos, subimos a una pagoda, nos echan la bronca un poco por todo (no se puede fumar, taparos los hombros-golfas, shhhhhhhhh que habláis muy alto) y nos compramos una sandía temiendo volver a tener hambre unas pocas horas después, es decir, a la hora de la cena. Por allí sólo andamos nosotros y dos parejas de "enteradillos" que vienen de Shanghai a menudo a buscar orientación (nadie nos dice si espiritual, sexual o de los mapas..) que, por cierto, son los que nos traducen las regañinas al inglés para que nos enteremos. Como no tenemos muy claro si el templo es budista, taoista o confunciano le preguntamos a "los enteradillos" que nos dicen que "es un templo...pues....chino" Vamos, que no lo saben, ni les importa, ellos van allí a hablar con el master (del universo) porque como ellos dicen, la religión en China, no es tan complicada como la nuestra.

Cuando ya han dado las 7 y estamos resignados a irnos a dormir el master (del universo) nos invita a tomar té junto con los enteradillos en su despachito. Prepara algunos de los tés más caros de China, hace una ceremonia confunciana para ello (que incluye coger los vasos con los palillos y limpiarlos unas mil veces con agua y té) y nos ofrece chocolatinas. Nosotros querríamos hacerle preguntas profundas y espirituales, pero el "enteradillo" nos dice, que de lo que habla el master (del universo) no se entera ni él que es chino y que mejor no nos esforcemos. Así que nos conformamos con hablar del té, lo difícil que es estudiar chino..todo muy terrenal. Veinte vasitos de té después nos vamos para la cama, todavía son las nueve. Y aunque matamos un poco más el rato, a las diez estamos en nuestros camastros de madera (patas, cabecero, colchón de madera) dispuestos a levantarnos a las 4.30 para ir a la ceremonia de los monjes.

Y como somos muy cumplidores lo conseguimos todos. La ceremonía, no dura menos de una hora como pone en el horario, si no dos horitas enteritas, de cánticos, genuflexiones hasta poner la cabeza en el suelo y dar vueltas al templo reverenciando distintos budas. No tenemos fotos, ni vídeos y es difícil explicaros cómo es todo aquello, mientras amanece entre la bruma. Pero la experiencia, no tiene precio. Eso es principalmente a lo que hemos venido, así que el resto del día (y no sabéis lo que cunde un día cuando te levantas a las 4.30 de la mañana y a las 6.30 ya has hecho tus rezos) desayunamos, arroz con verduras de nuevo y nos vamos a visitar un templo-museo del té en la montaña y por supuesto tenemos alguna que otra aventurilla para conseguir volver a la ciudad. Pero como os decía arriba, es hora de irse a dormir (los monjes ya llevan unas cinco horas de ventaja) Sólo os diré que por cinco euros, habitación, cena, desayuno, comida, té con el máster (del universo) y unirte a unos monjes que rezan es más de lo que nadie puede pedir.



Por alguna razón, no me costaría imaginarme a nuestro Chupao siendo un tranquilo monje en cualquiera de los templos de China, eso sí, siempre escapándose para poder saltarse la dieta vegetariana.

Un fuerte abrazo,

Oscar y Mónica

domingo, 6 de junio de 2010

Marketing "Made in China"

A las buenas,

¿Qué tal el puente por allí? Esperamos que lo hayáis aprovechado como debe ser... Nosotros hemos estado en una casa rural a las afueras de Shanghai en la despedida de solteros de Natalia y Edu, ya os contaremos en detalle cuando acabemos de digerir la barbacoa :)

Entretanto queríamos contaros un poco cómo se promocionan aquí las ventas en las tiendas. Suponemos que porque hay una gran competencia o quizá porque los chinos son más parados, el caso es que los vendedores aquí son más activos, o más agresivos, no sabemos. Así que, normalmente, te preguntan qué quieres mil veces, no se despegan de tu lado o ponen una música tan alta que se oye desde la calle (a veces directamente los altavoces están en la calle) Pero la mejor de todas es la de salir a la puerta del local a vocear las maravillas de su tienda (es que lo de gritar a los chinos les gusta muchísimo) a veces con cosas para probar, carteles, etcétera. Por ejemplo el viernes en una cafetería cerca de nuestra casa estaban promocionando el zumo de sandía y para qué vas a complicarte buscando disfraces si todo lo que puedas necesitar "mamá naturaleza te lo da"




Así que aquí tenéis a esta pobre criatura, a 30 grados a la sombra, con una sandía en la cabeza y servilletitas encima de las orejas para que no le caiga zumo a los oídos... La próxima vez que vayáis a una fiesta de disfraces y tengáis prisa, ya sabéis... Yo sólo puedo imaginarme a nuestro Chupao tan gordito vestido de sandíota.


Feliz semana y una abrazote,

Oscar y Mónica