miércoles, 6 de mayo de 2009

Donde vas con mantón de manila...

A las buenas,

ya estamos de vuelta por aquí tras nuestras pequeñas vacaciones por Filipinas. Como siempre que nos movemos, no podemos dejar de comparar las cosas con nuestra querida, a ratos, China.

Una cosa que nos chocó, y que no habíamos vivido desde hace tiempo es la dificultad de comunicarse cuando no conoces el idioma local. Al menos el Tagalo se puede leer con lo que ni punto de comparación con el Chino. Además, tiene muchas palabras que vienen del Castellano y resulta raro oir cosas como "cuchara", "mesa"... entre un montón de frases ininteligibles. Entre las expresiones que más nos gustaron estaban "comostas" para saludar y "jesusmariayjose" para mostrar sorpresa.

Para variar con nuestra típica suerte durante la mayoría del tiempo llovió, con lo que nos quedamos sin poder hacer algunas de las excursiones que teníamos pensadas, aunque nos salieron algunas cosas in planificar casi más interesantes.



El primer día que llegamos nos dimos un baño de realidad en un mercado de Filipinos para Filipinos, en el que casi éramos más atracción nosotros que ellos. Decidimos jugárnosla y comer allí mismo unos pescaditos a las plancha y arroz (Nosotros que creíamos que lo íbamos a echar de menos). Allí entramos en contacto con el picante local, cuidado que si os parece que la comida de China pica es pq no habéis probado estas guindillas...

Después empezamos con el curso de buceo y mayormente nos quedamos por el hotel y alrededores. Por fin pudimos estrenar la carcasa de nuestra cámara para hacer fotos "bajo el mar". Ya le dedicaremos un post a eso.

El hotel, "under Swiss management", estaba lleno de alemanes super-buceadores y a las 9:30 estábamos los camareros y nosotros en el bar de la playa. El hotel tenía un gestor para mejorar el restaruante que era un tipo bastante especial con un aire a Danni de Vitto. Al fina acabamos conociendo a un grupo de expats que vivían en Manila con los que alargamos un poco más la vidilla nocturna.


Uno de los mejores recuerdos del viaje es una cena en casa de Poloy, nuestro instructor. Un día nos comentó que si nos apetecía nos invitaba a comer a casa con su familia. Su mujer preparó comidas típicas de la región de la región de Negros oriental que posiblemente fueron nuestra mejor comida en todo el viaje.

A la vuelta pasamos el día en Manila, recomendados por nuestros nuevos amigos nos centramos en "Intramuros", la parte de la ciudad dentro de la antigua muralla Española. Por la tarde, Mónica se fue a comprar zapatos aprovechando que las Filipinas venden zapatos de tallas estilo Europeo.

Parece que Chupao no ha aprovechado el puente para visitar Filipinas, con lo que lo mismo volvemos pero a visitar otra zona que nos han comentado como paraiso de mochileros, por si está por allí.

Un beso para todos, Oscar y Mónica.